Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, 25 de noviembre, en esta publicación deseo poner el acento, ya no en las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, sino en sus violentadores. La manera en la que se ha reportado y retratado la violencia hacia las mujeres ha invisibilizado a quienes la perpetúan y la ejercen. A través de este artículo sugiero que se visibilice lo que las cifras no capturan y se ponga el acento en quienes violentan.
A continuación presentaré cifras publicadas por el INEGI en el marco de esta fecha. La sugerencia de reformulación puede arrojar datos inexactos[1], lo cual deja una labor a quienes reportan y difunden información sobre la violencia hacia las mujeres. No solamente debemos hablar de mujeres violentadas, es imprescindible hablar también de los hombres violentadores. ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus perfiles? Es urgente abrir líneas complementarias de investigación y análisis que contribuyan a detener esta pandemia.
La propuesta es reformular la presentación de las cifras para colocar el reflector sobre el violentador, y no sobre la víctima, como se expone a continuación:
De: “En 2011, 63 de cada 100 mujeres de 15 años y más declararon haber padecido algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra u otras personas”.
A: “En el 2011, 63 de cada 100 hombres violentaron a mujeres de 15 años y más, fueran sus parejas o no”.
De: “Las mujeres más expuestas a la violencia de cualquier agresor son las de 30 a 39 años; 68% de ellas han enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso. Chihuahua alcanza 80% y el estado de México 78 por ciento.
A: “Los hombres violentadores agreden mayormente a mujeres de entre 30 y 39 años. En Chihuahua el 80%, y en el Estado de México el 78% de ellos han violentado o abusado al menos en una ocasión de una de ellas”.
De: “47 de cada 100 mujeres de 15 años y más que han tenido al menos una relación de pareja, matrimonio o noviazgo, han sido agredidas por su actual o última pareja a lo largo de su relación.
A: “47 de cada 100 hombres que han sostenido relaciones de pareja, matrimonio o noviazgo con mujeres de 15 años y más, han agredido a sus actuales o últimas parejas a lo largo de su relación”.
De: “32% de las mujeres ha padecido violencia sexual por parte de agresores distintos a la pareja, la cual incluye actos de intimidación, acoso y abuso sexual”.
A: “32% de los hombres han ejercido violencia sexual, incluyendo actos de intimidación, acoso y abuso sexual contra mujeres”.
De: “45% de las mujeres declaró que al menos una vez ha sido agredida de diferentes formas por personas distintas a su pareja, ya sea por familiares, conocidos o extraños en diferentes espacios”.
A: “45% de los hombres ha agredido al menos una vez de diferentes formas a mujeres familiares, conocidas o extrañas en diferentes espacios”.
De: “Entre las mujeres jóvenes, a su corta edad, más de la mitad han enfrentado algún tipo de abuso físico, sexual o intimidación emocional. En entidades como el estado de México y el Distrito Federal, alcanza a 65 de cada 100 chicas de entre 15 y 19 años”.
A: “65 de cada 100 hombres han abusado física o sexualmente de mujeres jóvenes de corta edad de entre 15 y 19 años o las han intimidado emocionalmente en entidades como el Estado de México y el Distrito Federal”.
De: “La mayoría de las mujeres separadas o divorciadas (77.7%) ha sido sometida a agresiones de todo tipo por parte de sus ex-parejas o ex-esposos, principalmente la violencia física y/o sexual junto con alguna de los otros tipos de violencia (45.4%)”.
A: “La mayoría de los hombres separados o divorciados (77.7%) han sometido a agresiones de todo tipo a sus ex-parejas o ex-esposas, principalmente a violencia física y/o sexual junto con alguna de los otros tipos de violencia (45.4%)”.
Las frases “las ausencias también educan” y “lo que no se ve no existe” están relacionadas con el punto que intento demostrar a través de la sugerencia de reformulación de cifras y datos sobre la violencia que viven las mujeres. Ocultar al agresor implica esconder abusos sistemáticos y constantes que vivimos las mujeres cotidianamente. Señalarlos, evidenciarlos y revelarlos es una obligación y un paso indispensable para desmontar el privilegio histórico de la ausencia y la invisibilización de los que han gozado los hombres violentadores.
MUY BUENA INFORMACIÓN Y PUNTO DE VISTA. LAS CIFRAS HABLAN. FELICIDADES ELENA.