Es despreciable y vergonzante la manera en que la fabricación de pruebas y la criminalización de las víctimas son utilizadas sistemáticamente como moneda de cambio por parte de las autoridades para encubrir a los asesinos de niñas y mujeres. ¡Apoyemos la digna y valiente lucha de Luz del Carmen Vilchis Esquivel!
Petición tomada de Change.org https://www.change.org/p/justicia-para-mi-hija-muerta-atropellada-por-metrobuscdmx-pgr-mx-pgjdf-gobiernodf
“El 9 de enero de 2014, mi única hija, Ti Kip Fernández Vilchis, falleció atropellada por el Metrobús en la línea de Insurgentes a la altura de la calle de Encanto, a unos metros de la Estación Olivo. Las dimensiones de la embestida del carro la dejaron sin vida en instantes con el cerebro y la caja torácica destrozados. Cuando llegué a Xoco, hospital al cual la trasladaron porque tenía “signos vitales reflejos” encontré sólo el tibio cadáver de mi niña quien dos días después cumpliría treinta y dos años. Durante las horas precedentes, mi hija estuvo trabajando en la Editorial McMillan Castillo y cuando la mató el Metrobús 059, ella se dirigía a Ciudad Universitaria por su certificado para enviarlo como parte del paquete de documentos con los que se consolidaba su beca para estudiar posgrado en Suecia. También iba a comer y fue un accidente de trabajo.
Sin embargo, corrompieron el expediente en la Fiscalía de Álvaro Obregón. El que fuera un dictamen inicial de SEMEFO que describía que mi hija no tenía restos de drogas ni alcohol, fue sustituido por un documento espurio en el que se afirma que conservaron un fragmento de su hígado para emitir un informe posterior en el cual dicen que el órgano revela un porcentaje de 85/100 de alcohol. Al expediente le han añadido fotografías y pruebas absurdas. Las huellas de frenado del Metrobús fueron cubiertas con tierra, no hay peritaje del estado de frenos del carro que la atropelló (el cual se encontraba circulando una semana después) y la descripción de la velocidad a la que circulaba no cuenta con fundamentos coherentes. Los cinco videos con pruebas fundamentales para entender lo sucedido “se echaron a perder”; surgió de la nada una testigo y una serie de inconsistencias han vuelto el expediente un nudo de corrupción y mentira encaminado al cruel y engañoso dictamen en el cual mi hija aparece como alcohólica y suicida. Es obvio que tanto la empresa Metrobús como sus concesionarios están empeñados en ocultar la verdad y protegerse de cualquier reclamación.
Pido justicia. Mi hija no podía consumir alcohol en esas proporciones ya que padeció hepatitis hace varios años. Era una persona responsable y comprometida y los testimonios de sus médicos pueden echar por tierra las numerosas estupideces que se han dicho sobre ella y el accidente. Como consecuencia de las falacias y el estado del expediente, no me es posible cobrar los seguros de la empresa en que trabajaba mi hija. Se me ha perjudicado a mí y por encima de ello, se ha manchado el buen nombre de mi hija y su reputación, y aunque ella ya no esté, mi tarea es defenderla y lograr que sea reivindicada su persona y su prestigio que siempre le valió la consideración y el respeto de innumerables personas, que a la fecha demuestran el gran cariño que le profesaron.
Es con base en lo anterior, que me permito buscar apoyo para que el caso sea supervisado por profesionales que se encuentren al margen de las cadenas de corrupción de la justicia en el Distrito Federal. Asimismo exijo pruebas de ADN contra el “fragmento de hígado” y el “pedazo de tela”, una reconstrucción de los hechos y las declaraciones públicas del chofer del Metrobús y todos los implicados”.
Luz del Carmen Vilchis Esquivel