No es lícito olvidar, no es lícito callar.
Si nosotros callamos, ¿quién hablará?
Primo Levi
…y es por eso, porque tenemos el deber de romper el silencio, siempre cómplice del olvido, que queremos nombrarlas y reavivarlas en nuestra memoria. En esta sección aspiramos a fijar en el recuerdo de quienes nos leen a las mujeres que fueron acalladas por el peso de un estado indolente con la violencia generalizada hacia niñas y mujeres en el país.
Hoy traemos a la memoria a Rosa Diana Suárez Torres, que estudiaba Administración de empresas en la Universidad Autónoma del Estado de México y tenía 21 años cuando su exnovio, Gilberto Campos García, la apuñaló en vísperas de año nuevo en 2010; las últimas palabras que Diana escuchó obedecían a un absurdo y cotidiano reclamo: “¡por qué pasaste la tarde sin mí?”.
Pero Gilberto no fue el único que hundió el puñal, también lo hicieron las autoridades, que con su indiferencia y dolo ignoraron la demanda de Diana de recibir protección cuando su agresor entró a su casa, amenazándola con una navaja y robándole el celular. A pesar de las evidencias, la única respuesta que ella y su familia recibieron del ministerio público fue: “las peleas entre novios no son un delito”. Desde entonces su padres han peleado en todas las instancias para que se castigue a los culpables. Fue hasta después de dos años de insistencia que consiguieron que el caso se tipificara como feminicidio, pero hasta ahora no se ha procesado a su asesino, pese haber confesado el delito, y tampoco se ha castigado a las autoridades que pudieron y debieron evitar su muerte.
Hoy te recordamos, Rosa Diana Suárez Torres, y nos unimos al dolor y al esfuerzo de tu madre María Victoria Torres y tu padre Diego Suárez Padilla para exigir justicia.
Hoy no callamos los nombres de tus asesinos, hoy te nombramos, Diana, porque no es lícito olvidarte.
Referencia del caso: http://www.proceso.com.mx/?p=379050
Imagen: http://www.tolucanoticias.com/2014/08/el-triste-caso-del-asesinato-de-diana-y.html
Querida Ma. Graciela,
Tu trabajo es admirable! Eres fuente de inspiración y ejemplo a seguir
Muchas gracias, Liliana, gracias por tus palabras y por tu compromiso!