Por Mónica Vázquez Delgado
@MnicaVzquez2
Gabriela Arroyo Morales estudia Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y Arte y Patrimonio Cultural por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Hace tres años formó parte del proyecto “Sólo Miradas”, en el cual se elaboran bordados de muñecas de manta llamadas Emilianas, las cuales tienen los ojos cerrados, porque en voz de Gabriela: “sueñan con otro mundo posible”.
Las Emilianas: muñecas en resistencia.
Del proyecto, los bordados hechos por Gabriela expresan memoria, miradas, acompañamiento y esperanza.
Mónica: Cuéntame acerca de tus bordados
Gabriela: Se llaman “Bordados y Memoria”. El proyecto va de la mano con la resignificación de los saberes. En mi camino me he encontrado con mujeres que me enseñan diversas técnicas de bordados con el único fin de compartir saberes. Mi formación ha sido en la práctica.
Estuve un rato en la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en clases me dijeron: “¿qué quieren ser, artesanos de calle o reconocidos?”, me di cuenta que las artesanías no tienen por qué ser elitistas y es así como me voy encontrando con varias mujeres que me enseñan.
M: ¿Y la parte de la memoria?
G: Un día pensé que yo quería bordar lo que estaba viviendo y expresarlo de manera creativa. Yo soy adherente a la sexta declaración de la selva Lacandona, entonces empecé a bordar sobre el zapatismo, pero además sobre movimientos sociales, estudiantiles y magisteriales en América Latina. Y bueno, también me pregunté ¿qué hacer con el dolor, con la rabia por los 43 compañeros desparecidos en Ayotzinapa? Los bordados me respondieron: son esa expresión de la lucha por la vida y justicia.
“La otra economía”. Foto por Gabriela Arroyo Morales.
M: ¿De qué manera se puede generar esa memoria o quizá esa concientización de la realidad en tus bordados?
G: Dice Silvio Rodríguez en una de sus canciones: “Entre el espanto y la ternura, la vida canta”. Si compartimos el dolor, la impotencia, el coraje, y vemos que en las leyes no hallamos la justicia, debemos construir historia y cambios en la colectividad. Tenemos que ser capaces de ver al otro, sensibilizarnos.
“Justicia”. Foto por Mónica Vázquez Delgado.
Gabriela ha expuesto en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH-UNAM) de Azcapotzalco, la UACM del Valle y pretende que también sea en la FCPyS y la Facultad de Ciencias. Aunque ella afirma que sus bordados deben estar en parques o en calles porque como dijo: “es importante reafirmar la esperanza”.
En las exposiciones, Gabriela montó los bordados sobre la memoria de la lucha y también su trabajo “Miradas de Mujeres”, dividido en dos partes: uno donde colocó fotografías de las miradas de compañeras que están con ella en el camino y otro con un grupo de colombianas que hacen tapices tejiendo su historia en la figura de una casa para contar la búsqueda que han tenido por sus hermanxs, esposxs, hijxs, amigxs desparecidos por paramilitares.
M: ¿Qué es “Mirada de Mujeres”?
G: Es el acompañamiento de mujeres en mi camino: las amigas, mi madre, mi tía, compañeras de lucha que deben visibilizar su historia conectada, en este caso, con la mía; en este acompañamiento, me encuentro con unas mujeres colombianas que por medio de la realización de un tapiz reconstruyen su historia en la búsqueda de sus familiares desaparecidos por el Estado, porque ante su situación de dolor, en los tapices encuentran la sanación, una expresión diferente de mostrar la angustia.
Las mujeres colombianas también me enseñaron a resignificar la leyenda de los quitapesares de Guatemala, porque al realizarlos, les otorgaban el pesar del sentimiento ante la desaparición de sus familiares. Estas exposiciones se llevaron a cabo en el CCH-Azcapotzalco, de donde egresé y de la UACM del Valle.
Anthony Browe escribió Ramón Preocupón para el Fondo de Cultura Económica en 2006 (consultado en línea el 16 de abril del 2015 a las 21:00 horas: http://ww2.educarchile.cl/UserFiles/P0001/File/CR_Articulos/ramon.pdf), en donde explica la leyenda guatemalteca de estos muñecos hechos a base de madera que de acuerdo a ésta, sirven para “despojar las preocupaciones” durante la noche.
M: ¿Cuáles son tus futuros proyectos y exposiciones?
G: Mientras se abra el espacio, la exposición está dispuesta. Quiero realizar una serie de bordados sobre el tema de la desaparición, colocar rostros y nombres sí, de los desaparecidos y desaparecidas, pero también de la lucha de sus familiares. Por ejemplo la de Rafael Ramírez Duarte, quien en 1977 fue secuestrado por el Estado mexicano y está en calidad de detenido-desaparecido (consultado en línea el 16 de abril del 2015: http://www.hijosmexico.org/index-jornadas_rafael ) o el caso también de la profesora uruguaya Elena Quinteros, detenida en su casa en 1976 (consultado en línea el 16 de abril de 2015: http://www.lr21.com.uy/politica/12579-el-secuestro-de-elena-quinteros), cuya madre, “La Tuta” Quinteros, no ha dejado de buscarla.
Y bueno, continúo dando talleres infantiles y talleres de artesanías, siempre reforzando la parte comunitaria.
Fragmento del texto escrito por Gabriela Arroyo, como parte de sus exposiciones en los bordados, en las miradas, en la memoria:
“La historia de la humanidad en tres tiempos: vida, muerte e inmortalidad”
Vida:
Encuentros y desencuentros, América Latina masacrada y viva otra vez. Mujeres caminantes de vida. Del maíz somos, del color de la tierra. Se escuchan las voces del sueño. Mujeres recolectoras de palabras.
Muerte:
Despojo de todos los siglos que traemos. Muertas y muertos que necesitan nuestras voces para no morir del todo. Cómo no llorar por nuestra América Latina.
Inmortalidad
La culminación se queda en la memoria, debemos reconocernos en la historia, la que se escribe desde abajo y a la izquierda: por la estudiante, la brigadista, la periodista, la defensora de los Derechos Humanos, por las feministas, por la presas políticas.