La insultó y la golpeó por más de 15 años. Ése fue el tiempo que duró su matrimonio, ésos fueron los años que Israel abusó de Paloma.
Más de una vez Paloma terminó en el hospital y más de una vez intentó escapar del infierno. En enero de 2010, después de otra golpiza, Paloma acudió a las oficinas del DIF para dejar constancia del maltrato. Dos años después, cuando había logrado recabar los testimonios y las evidencias necesarias para solicitar el “divorcio necesario”, su cuerpo, irreconocible después de recibir más de veinte puñaladas, fue encontrado en la casa que compartía con su esposo en el Estado de México. Israel la había mandado matar.
Como la mayoría de los casos de feminicidio en este país, la historia de Paloma está cubierta de corrupción. Su proceso parece un largo entramado de irregularidades, complicidades y descuidos intencionales. Las declaraciones de Israel son contradictorias, pero las autoridades no quieren reparar en ello; el hogar de Paloma e Israel, lugar de los hechos, no fue investigado apropiadamente, de hecho el cateo ocurrió varias semanas después del asesinato, después incluso de que Israel “le diera para los chescos” a los policías para que lo dejaran entrar a su casa a “descansar y bañarse”. Junto al cadáver de Paloma se dejaron varios mensajes que coinciden con la letra del hermano de Israel, a quien jamás se ha citado a declarar. Se desestimaron testimonios que aseguran que Israel estuvo en el lugar y el día en que mataron a Paloma; a los familiares de Paloma no se les notificó sobre las audiencias, por tanto no pudieron ratificar sus declaraciones y jamás han recibido copia del expediente al cual tienen derecho.
Fue en 2013 que a Paloma, como a cientos de mujeres más, le arrebataron la vida en medio de la más absoluta indiferencia y fue en ese mismo año que María Mercedes Colín Guadarrama, la entonces titular del Consejo Estatal de la Mujer y Bienestar Social del Estado de México, votó en contra del reclamo de numerosas organizaciones de la sociedad civil por activar la alerta de género en el Estado de México. Cuando se le cuestionó el por qué de su decisión, Mercedes Colín respondió que “la ley es clara: debe activarse cuando existan municipios o lugares donde consecutivamente haya violencia. Yo considero que no debe haber una alerta de género en el Estado de México porque no se ha hecho una investigación y porque tiene que comprobarse que efectivamente estas conductas misóginas son repetitivas”. Los casos de feminicidio, según esta funcionaria, eran “casos aislados”, sin embargo, en ese año, 2013, se contabilizaron más de 500 casos de feminicidio en la entidad y las cifras han ido en lamentable aumento, siendo el Estado de México el que cuenta con más feminicidios en el país.
Y como en un juego macabro en el que la injusticia llega siempre triunfante, en nuestro país parece que se hacen todos los esfuerzos por ganar la partida. Mientras el caso de Paloma sigue empantanado, a sus familiares se les niega el acceso a la verdad y se impide el cabal castigo a los culpables, a Ma. Mercedes Colín se le han premiado la abyección y la indolencia: en las últimas elecciones fue electa como Diputada para el periodo 2015-2018 en Valle de Bravo por la coalición PRI-PVEM.
Pero nosotros no olvidamos, no te olvidamos Paloma y nombramos a tu asesino Israel García Juárez. Tampoco olvidamos los nombres de los funcionarios del estado que también son responsables de los feminicidios en México, esos cómplices que suelen escabullirse en el anonimato, el olvido y el silencio, por eso recordamos la ineptitud de Ma. Mercedes Colín y exigimos la justicia que no le ha llegado a Paloma y a tantas y tantas mujeres asesinadas en el Estado de México.
Referencia del caso:
http://m.eluniversal.com.mx/notas/columnistas/2013/09/103346.html
Entrevista a Ma. Mercedes Colín:
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/08/24/actualidad/1377372645_970076.html
Información de diputaciones 2015-2018:
http://www.ieem.org.mx/pdf/diputados2015.pdf
Imagen: http://laotraopinion.com.mx/nota.php?pid=1741