La mamá de… Por Sabrina Gaucher

Quisiera compartir una breve reflexión autobiográfica que me parece oportuna para el tema de este número. Enmarcada en la “celebración a las madres” es que comienzo a escribir acerca del derecho a la no maternidad. Como madre de dos niños, me parece que tengo el deber y el derecho de hacerlo. Vale la pena que mencione que disfruto mucho ser mamá, también debo ser honesta: es agotador serlo y vives angustiada una gran parte del día, pero desde que me convertí en mamá, para muchxs dejé de ser Sabrina, y pasé a ser “la mamá de…”.

Hace poco concluí la maestría en sociología y el discurso de mi asesor de tesis fue conmovedor para la mayoría, pues mencionó el gran esfuerzo de, además de ser mamá, terminar una tesis. Cuando entré a clases llevaba a mi segundo hijo conmigo pues era lactante de tiempo completo, entonces la característica por la que me identificaban…¿adivinan? era la de ser mamá. No era la única en la maestría con hijxs, pero si la única que lo llevó a clases desde el principio.

Cuando me reencontré con algún amigo del pasado y se enteró que era mamá, no faltó el comentario: “ahora seguro tus pláticas son de pañales”. Pareciera que las mujeres debemos o ser sólo madres, o no serlo, la identidad de la mujer pareciera estar construida a partir de los otros. Como ya dije, disfruto ser mamá, pero ahora las preguntas más frecuentes que recibo están relacionadas con la salud de mis hijos; me han desdibujado de tal forma que muchos creen que es incompatible la anterior yo, con esta nueva. Yo creo que sigo siendo la misma.

Lo que quiero decir es que a pesar de mis hijos, sigo disfrutando de la lectura, me gusta ser reconocida por mi esfuerzo intelectual, no por mi capacidad de cambiar pañales. Aún quiero regresar a la fotografía, y cuando estoy en algún sitio de adultos no me interesa que me recuerden a mis hijos. Las que somos mamás no queremos ser sólo madres, aún continúan vigentes nuestras aspiraciones como mujeres. Y aquellas mujeres que han decidido no tener hijos, pueden disfrutar de los sobrinos, de las hijas de las amigas, pueden jugar con lxs hijxs de la vecina.

En conclusión, tener hijxs no convierte a una mujer en experta en el tema, y no querer tenerlxs no convierte a una mujer en un ser despiadado que odie a los niñxs, son decisiones y punto, aunque me parece que la segunda es una decisión más fundamentada que la primera, dado que son muchas las mujeres que naturalizan el hecho de ser madres, porque ya les “toca”, porque para eso está diseñado tu cuerpo, no por elección propia, debemos aprender a decidir, pero para eso primero debemos exigir que se dejen de meter con nuestra identidad. Mujer no es sinónimo de mamá, ni de belleza, ni de fragilidad, ni de ternura; menos aún de sumisión, obediencia y dedicación. Respeto a las decisiones individuales para poder funcionar en colectivo.

sabrinaSabrina Jimena. Mujer pirata, socióloga por elección, con deformación continúa en sociología y teoría crítica. Arde por la construcción de un lugar mejor, sospechosa de ser feliz con poco, pero sueña con mucho. Prófuga irremediable por no cumplir con un papel histórico y menos con uno histérico.

 

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