Testimonios de docentes y alumnos sobre los abusos cometidos por Felipe Oliva

*Todos los testimonios aquí compartidos han sido publicados tal como sus autoras/es los hicieron llegar a la redacción de La que Arde.

Jesús Ramos Díaz

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Mario Vargas

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Tatiana Bermudez*

“Relatoría de acontecimientos sucedidos en relación al C. Felipe Oliva cuando ocupaba el cargo de Director de la Carrera de Teatro en la Universidad de Londres y cuando yo, Tatiana Bermudez* fungía como maestra de Voz en la misma, el año era 2009 -2010, si no me equivoco.

Inicio el proyecto de la Carrera en la Universidad de Londres, fui recomendada y aceptada para impartir clases en el mismo, durante mi estancia en la Universidad sucedieron hechos que llamaba mi atención por ejemplo en relación al maestro Wilebaldo López, no recuerdo con claridad si los alumnos y alumnas se quejaban de su clase por que les parecia pasado moda, formal y no adecuado para la formación de alumnos, pero sí recuerdo que el C. Felipe Oliva llegó a comentar eso de manera personal, me parecía raro ya que entiendo que él era quien decidia finalmente la plantilla docente, a partir de esas acusasiones él comenzó a impartir clases a las y los alumnos de esa primera generación.

Desde mi punto de vista el C. Felipe Oliva hacía comentarios incómodos en relación con las alumnas, en alguna ocasión me comentó algo sobre una de ellas argumentando que era “por ella había sido violada”, lo cual me sorprendio y le pregunte que él como sabía eso respondiendome que tenía acceso a los exámenes psicometricos del alumnado y por lo tanto podía saber ese tipo de información, absolutamente personal, recuerdo que me genero temor ya que yo había vivido una situación así y sí el tenía acceso a esa información del alumnado probablemente también a la mía. En alguna ocasión también hizo referencia a mi manera de vestir, ya que asistía en pants a impartir clases, sugiriendo que debía usar otro tipo de ropa, lo cual me pareció fuera de lugar ya que la ropa de trabajo escénica consiste en ropa cómoda para poder sudar y ensuciarte.

Tiempo después se acercó una alumna de la primera generación solicitandome ayuda y consejo ya que recibía constantes llamadas de el C. Felipe Oliva, acosándola,  en ése momento le di información, conversé con ella y me informó que no era la única que vivía esa situación o que se sintiera incomoda con el C. Felipe Oliva, en cuanto tuve ocasión de preguntar a las demás alumnas la mayoría me respondío que se sentían acosadas por el, de manera visual, verbal y fisíca ya que había ocasiones en que las abrazaba. Por lo cual decidí impartir una clase sobre acoso y violencia hacia las mujeres, en la clase y cuando preguntaba sobre lo que pasaba, Marina* y Pedro*, que en ese momento trabajaban con él desvalorizaban lo sucedido y argumentaban que así era el contacto entre artistas, lo cual negué rotundamente, en aquella ocasión trabajaba con las Reinas Chulas en el proyecto Las otras monografías por lo tanto contaba con material didactico para impartirles a las y los alumnos, le informe que podían asesorarse en el INMUJERES en caso de desear denunciar los hechos.

Meses después fui “despedida” por el C. Felipe Oliva, y entiendo por despedida porque jamás tuve una recontratación, pero tampoco me despidió formalmente, sólo argumentando que era una maestra dictadora y anarquista lo cual me parecio absolutamente absurdo ya que son dos conceptos que se contradicen en si mismos. Sin embargo sé que fui despedida por haber impartido esa clase, dar información sobre sus derechos humanos a mis alumnos y alumnas, ya que mi desempeño siempre fue evaluado de buena manera por parte de las y los alumnos, seguramente con sus excepciones, los alumnos y alumnas me tenían la confianza necesaria como solicitarme no solo asesorías personales en casos como acoso o violencia si no escénicas y actorales para su montaje de fin de año ya que en ese momento su profesor del área de actuación no les daba herramientas necesarias. Es decir no existia ningún elemento para no renovarme el contrato más que el hecho de brindar información sobre acoso, abuso y violencia sexual al alumnado”.

Santiago Jiménez*

“En el año 2009-10 me integré a la planta docente de la licenciatura en  Actuación de la Universidad de Londres. Cabe señalar que era el primer año de esta  carrera, la cual había sido  promovida y gestionada  por  Felipe Oliva,  y que estaba en proceso de recibir la certificación de la SEP, (REVOE) lo cual  me fue anunciado por él mismo Felipe O, en su papel de director de la recién inaugurada carrera.

Me enteré que estaban buscando maestros de actuación y otras asignaturas. Llamé y me atendió el mismo FO,  de manera muy solicita.  En la charla telefónica, entre otras cosas, le pregunté si había posibilidad de proponer,  tanto temáticas como metodologías en la enseñanza. Manifesté mi interés por impartir la materia de actuación. a lo cual contestó que si, incluso se mostró entusiasta en que yo me sumara.

Me citó al siguiente día para mostrarme las instalaciones y presentarme al grupo, (me pareció un tipo bonachón, “de hablar bajito”, con una cierta premura de conseguir maestros).

Me confirmó en la materia de actuación; que ha falta de maestro, él mismo estaba impartiendo al primer grupo de manera emergente. Apenas llevaban un par clases, en una semana . Incluso, me sugirió que ya me quedara a dar la clase.

Ese día,  noté que algunas alumnas se mostraron un tanto inconformes con que él dejara de darles la clase, fueron infantilmente expresivas. Ya en su oficina,  me habló de los perfiles de cada uno de los alumnos, que serian la primera generación de SU licenciatura. Había un dejo de  cierto menosprecio con  la descripción de algunos perfiles. Y me solicitó que lo tuviera al tanto de todo.

Se  puede decir que se hizo  una costumbre, que cada día que me tocaba dar clase, pasara a su oficina a charlar, de los procesos y  del aprovechamiento del alumnado, principalmente.  Se podía decir,  que se fue dando una amistosa relación laboral.  Incluso, me comentaba de sus dificultades y la carga de tramites que tenía que sortear con el área administrativa de la Universidad. Que poco o nada entendían de manejar una carrera de artes. También llegó a contarme de sus épocas de estudiante de teatro en la ENAT. Que la había tenido difícil, que tuvo que trabajar de mesero en la cafetería de la misma escuela. Que fue  mal visto y maltratado por los  compañeros, que lo habían segregado. Dejaba ver resentimientos acumulados, convertidos en  una  cierta actitud  de revanchismo.

Después de algún tiempo,  ya entrados en el semestre, de hecho ya había ingresado otro grupo.  Una mañana,  me hizo el comentario de que él había solicitado un  levantamiento de opinión por escrito con  los alumnos,  acerca de los maestros y que la opinión general había sido muy favorable para mi.  Y agregó, que no así para el Mtro. Wilebaldo.  De entrada, me sorprendió un poco el comentario,  pues, no entendía a que venía…  pero entendí cuando, acto seguido, me pidió en “calidad de favor”,  que aprovechara mi influencia en ellos, en los alumnos, para que les sugiriera aconsejara  que entraran a sus materias teóricas, pues había un alto índice de ausentismo en esas materias.

En las charlas matutinas, ya me había comentado que  el Mtro. Wilebaldo López (su suegro) tenía problemas con los alumnos, pues sus métodos eran ya un tanto caducos, y los alumnos no tenían empatía con el maestro, y que él, FO le daba la razón a los muchachos. “Que tendría que quitar a Wilebaldo, ni modo” Y me propuso que si yo  quería dar esa clase, para el siguiente semestre, que lo pensara.

Hasta aquí todo parecía normal…. Llegó el término del cuatrimestre.  Citó a todos los maestros a una junta académica, para puntualizar algunas cosas e intercambiar opiniones.

Se hizo esperar. Llegó con distinta apariencia a la acostumbrada (saco y corbata) aludiendo que venía de una junta con las autoridades y que iba a otra, que tenía unos pocos minutos para nosotros. (?) Su actitud era diferente, se mostraba un tanto rígido.

(Yo no sé si los  demás maestros se percataron del cambio en la personalidad de Felipe, para mi era evidente).

En su discurso de introducción, mencionó en repetidas ocasiones  que “Su proyecto de la carrera”  y él,  eran un éxito”.  Mi sorpresa iba en aumento. Y cuando empezó a hablar de los alumnos, en general, diciendo: “ Los chavos no saben lo que quieren, por eso lo que digan y opinen no tiene ninguna validez…”  ya en una franca actitud engreída y arrogante… me quedó claro, que este tipo era otro, muy distinto con el que charlaba en las mañanas en su oficina. Recuerdo que el maestro Wilebaldo se tuvo que retirar antes de concluir la junta. Se despidió, aludiendo que se le hacia un poco tarde que se disculpaba.

Nomas salió y empezó a bajar las escaleras, Felipe en seguida se levantó para asomarse a las mismas, como cerciorándose de que ya no lo podía escuchar, y con otra actitud, “lamentando” dijo al regresar a su silla: “ Nos lo van a quitar. Ya no pude hacer nada”, refiriéndose a que las autoridades iban a sacar al maestro Wilebaldo, y él ya no podía hacer más nada… cómo queriendo convencernos de su dolor por la situación… Pero al terminar la junta, ya sólo con algunos de los maestros, emitió un comentario diciendo que el mismo FO ya no quería las clases de su suegro y que por eso tenía que ser retirado de la escuela…

Reconozco que desde ese día cambió mi actitud hacia él, le perdí  la confianza. Y así se lo dije cuando me preguntó que qué pasaba, que porqué  ya no pasaba a su oficina, como antes. Le dije que francamente, yo ya no sabía con quien trataba. Que no compartía lo que se había dejado ver en la junta… quiso hacer alguna broma que aligerara la tensión, pero se desencajo.   No volví a su oficina.

En poco tiempo, empezó a querer sabotear mi clase de distintas maneras.

Prohibió a los maestros que colaboraran conmigo, pues yo se los había solicitado, como habíamos acordado ambos, que seria  el montaje de “La Señorita Julia” de A. Strinberg, que conjuntaría a las demás materias en  una estrecha colaboración, en beneficio de aprovechamiento de los alumnos, naturalmente.  Se opuso terminantemente, arguyendo que “¡actuación, sólo era una materia más!”,  yo no daba crédito, pues, la asignatura que le daba titulo a su licenciatura ( licenciatura en actuación, era la nomenclatura de SU carrera) él, la depreciaba tajantemente, sólo por su sentir hacia mi… Me quedó clara su situación mental.

No pasó mucho tiempo para que volviera  a atacar.  Esta vez, utilizando a dos alumnas, que casualmente, eran las únicas de distinta actitud de trabajo y proclives al  conflicto, dentro del grupo.

Incluso, intentaron sabotear desde el proceso de trabajo del montaje, con sus inasistencias, para la presentación del examen de todos sus compañeros.  No lo lograron.

Al poco tiempo, intentó “ponerme una trampa”, manipulando y utilizando a una de ellas, de la siguiente manera: En una clase, llegó esta alumna, con una apariencia distinta a la acostumbrada, ya que siempre la ropa de trabajo habitual era para hacer ejercicios, es decir pants y sudaderas; esta vez se presentó muy arreglada, con tacones y maquillada. Al principio de la clase se me acercó “muy amable” para pedirme, que si podíamos hablar al final de la clase a solas,  procurando que todos se dieran cuenta. Le dije que si. Ya me había percatado que en clases anteriores, esta persona, tomaba nota o/y grababa mis palabras con su celular. No le di importancia.

Terminó la clase, y procedimos a hablar a solas.  Se sentó, y me pareció que estaba más cerca de mi de lo acostumbrado, y tomé una distancia prudente.

Dijo que esperaba no quitarme mucho tiempo. Le di la palabra, diciéndole que estaba para escucharla. Empezó cómo muy suave, muy dulce… y ella habitualmente no era así, al menos en la clase. Por supuesto, llamó mi atención esa actitud. Quería entender que se proponía. Empezó diciendo palabras que daban a entender que aceptaba que había procedido no muy bien.

Sabiendo que eso me dispondría favorablemente a un dialogo más sincero.  Que no quería perder su semestre, que sabía que cómo había renunciado al montaje, eso ameritaba que yo la reprobara… Pronto dijo que “ ella estaba dispuesta a cualquier cosa” para no reprobar el semestre. “Que lo que yo dispusiera”.  Me llamó la atención que sentada con su elegante bolsa encima de las piernas, tenía metidas ambas manos en el interior de su bolsa…  le dije, que quizá, si  ella se abocaba a encontrar un monologo, podría ser, pero que no le aseguraba nada… Después supe que había estado grabando toda la conversación, y que al terminar, corrió a la dirección, con Felipe para llevarle su “evidencia”, Que, obviamente, había fracasado.

Pronto FO comenzó a hacer bromas de mal gusto diciendo que las maestras y alumnas que evidentemente ya no confiaban  en él, eran “mi harém” y los niños violentados por FO eran “mis protegidos”. Pronto supe por boca de las alumnas que FO tenía actitudes con ellas, que no las hacían sentir cómodas, así que entre otras maestras y yo intentábamos proteger al alumnado en genral, por supuesto nada de esto le pareció a Felipe.

El día de la presentación en SU Teatro Coyoacán  ( ahora, Enrique Lizalde) del examen de los dos grupos. A estas alturas ya nuestra relación era nula. Nosotros presentamos la puesta en escena (completa)  de “Señorita Julia”.

Al finalizar nuestra presentación,  algunos alumnos y alumnas se encontraron con Felipe en el pasillo del lobby, y éste arremetió contra ellos, con una actitud hostil les hacia preguntas, agresivamente, diciéndoles que “ Qué era lo que habían aprendido” que le dijeran puntualmente que es lo habían aprendido y que si no le respondían, que él los iba a reprobar, como director de la escuela”. Evidentemente, no lo intentó. Su objetivo sólo era amedrentar y asustar a los  alumnos que habían trabajado conmigo.

Se hizo el cierre del ciclo lectivo de ese año escolar, con todos los alumnos y el profesorado completo. Al finalizar se me acercó para decirme que “tenía que cambiar” la calificación de G, puesto que, obviamente la había yo reprobado, de D ya no era necesario que intercediera por ella, puesto que ya había anunciado que se iba a tomar un descanso y no pensaba regresar al siguiente semestre. (La que “estaba dispuesta a todo, con tal de no reprobar la materia”).

Evidentemente le respondí que no, que esa calificación de G no la iba yo a modificar, y que le hiciera como mejor le pareciera, y me di la vuelta. No quise saber más de ese sujeto.

Fue el ultimo día que pise esa escuela.

No pasó mucho tiempo para que me enterara que había sido cesado  y despedido de manera fulminante de la Universidad de Londres. Y fue por todos bien sabido, incluyendo su familia, es decir, su concubina Mariana Brito, su suegro el Mtro. Willebaldo López y su suegra Yoana Brito las razones por las cuales fue despedido, acusado de acoso y abusos sexuales.

Quiero comentar que hace no mucho tiempo la nueva directora de la carrera de Actuación de la Universidad de Londres me invitó a volver a dar clases en dicha universidad, sin embargo el argumento del director Oscar Rodríguez fue que por reglamento de la institución maestros “despedidos” no podían regresar. Quiero aclarar que Felipe Oliva jamás me despidió, simplemente no volvió a llamar para avisar absolutamente nada, si la institución buscara mi renuncia o mi carta de despido, no la encontraría. Sin embargo me parece que con esa actitud avalan y dan credibilidad al señor FO.

Sirva este testimonio para los fines que se consideren necesarios en este movimiento, y ojalá pueda contribuir en algo para el esclarecimiento de los cargos de responsabilidad moral y jurídica, a una personalidad  patológica de comportamiento recurrente y tan lesivo para cualquier comunidad estudiantil, y en este caso para la comunidad artística” (sic).

Pedro Santillán*

“Cuentan con mi apoyo incondicional la mujeres. Quiero manifestar mi rotundo apoyo a la red de mujeres que se manifestaron el 29 de mayo en el teatro Enrique Lizalde (antes Coyoacan), a las 21 mujeres que exigen justicia ante el abuso del señor Felipe Oliva Alvarado y a todos aquellos afectados por sus mentiras y engaños.

Así mismo, soy testigo de sus acosos constantes a muchas de mis compañeras actrices. Soy testigo de su comentarios hirientes, de su homofobia disfrazada, del maltrato psicológico de personas que trabajaban para él y manipulación total de personas que habían sido vulnerables mentalmente buscando trabajar.

Comprendo que se ha juzgado mucho el asalto “violento” con que se hizo la denuncia. Pero sí fue la única forma después de muchos años. En un momento llegué a pensar que era una batalla perdida.

Cuando entré a la Universidad de Londres conocí a Felipe Oliva que era en ese entonces el director de carrera. Se portó muy interesado por una situación que había pasado y mostrar mucho interés por todo, muy amble, una forma muy correcta de hablar. Decidió dividirnos en dos grupos ya que eramos muchos. A mi me toco el segundo grupo el cual no tenia maestro de actuación en ese momento por que estaba de viaje y el decidió impartir la clase.

Nos compartía experiencias dolorosas de su vida en la clase de actuación y no pedía compartir cosas dolorosas nos sensibilizaba, no dan una apertura para conocernos y saber todo de nosotros, a las dos semanas empecé a notar un exagerado modo de ver a algunas de mis compañeras sobre todo en la forma en la que la abrazaba y las miraba. Y no era la mirada del hombre promedio que mira embelesado a una mujer. Después de tres semanas llegaron la primeras evaluaciones de Maestros y antes de que nos las entregarán estaba platicando con una compañera acerca de cómo la abrazaba y su forma de verla, algunas personas me dijeron estas loco, no te metas en pedos.

Cuándo llego a mis manos la evaluación había un espacio en grande donde había la siguiente pregunta: Que opinas de tu director ? Mientras pensaba la respuesta mis compañeros y compañeras me pedían un pluma de tinta morada, mientras mi compañera me pidió que escribiera para apoyarla acerca de cómo las abraza el Director y cuando regreso la pluma a mi, llene el Espacio donde parecía la pregunta del Director poniendo lo siguiente: el Director observa con demasiada Lujuria a mis compañeras.

Mientras que pasaba esa semana recuerdo que una de mis compañeras me dijo acompáñame A la dirección a ver a Felipe, y cuando entramos Felipe me saco de la dirección por que tenia que hablar cosas privadas con ella, pero un tanto molesto me lo dijo, en lo que salía de la dirección mi compañera me decía en voz bajita no te salgas por favor. Al salir ella de la dirección salio cabizbaja y le pregunte que había pasado me dijo se despidió Besándome la esquina de los labios. Me quede callado y le dije pronto verán la evaluación y pasará esto, mientras tanto Felipe Hablaba también con otra compañera y le hablaba mal de una compañera que había tratado de besar diciendo que era una mentirosa y que el como psicólogo sabia que clase de mujer era. A mi compañera la invito a formar parte de su compañía pero con varias condiciones que practicaran la escena del beso, le comento que tenia que tenia que tener sexo para ser una buena actriz y otras palabrerías , ella salio sacadisima se onda Y me lo dijo. Paso una semana para que le llamaran al Director y se alborotara todo, en clase se mencionaba la pluma morada .

Quien había sido la persona que escribió eso, el tenia a dos alumnos de su total confianza en la escuela uno iba en mi grupo y la otra iba en el otro salon. La mejor forma de controlar todo, y siguiendo el organigrama, habia varies personas que trabajaban con el y para el en el teatro y se las llevo de maestros. Solo había pocos maestros que no conocían bien a Felipe el cual al año los corrió por su abuso de poder. Mientras tanto en lo que seguía el semestre unirse mis compañeros fiel seguidor de Felipe, empezó a averiguar de quien era la pluma pero recordó que muchos habíamos escrito con ella así que empezó a averiguar de quien era la letra, Hacia a algunos compañeros que le escribieran en un papel o algo y el llevárselos a Felipe, un día cualquiera desaparecen mi cuadernos y no tenia mes apuntes , nunca supe quien me saco los cuadernos ni me di cuenta .

Pensé que los había olvidado en la universidad, pregunte a las señoras que hacían el aseo y recogen las cosas olvidadas, y nadie sabia, una semana después sentí un cambio de varios maestros hacia mi, y cambio en el trato de mis compañeros que trabajaban Con el, presión psicológica por todos lados para que me fuera de la universidad. Un día el cínico de Felipe me Manda a llamar a la dirección y me pregunto que si había perdido mis cuadernos en un tono irónico y burlón, le conteste que si, me dio unas hojas y en dice pues apunta aquí, le agradecí y me salí de la dirección. En esa semana seguían las presiones psicológicas de parte algunas personas en la escuela.

Paso otra semana y Nos mandan a llamar a todos los alumnos al Teatrito para una conferencia, y Felipe en lo que llegaba el expositor decidió enfrentarme diciendo: hola oye no te estoy viendo con lujuria, con eso que la gente dice eso de mi, para no hacer el cuento mas largo paso semanas diciéndome eso y obvio les hablaba mal de mi a mis compañeros. Pidió que fuera al psicólogo en la universidad ya que tienen orientadores y personas que canalizan a los alumnos ya que yo supuestamente estaba muy mal psicológicamente, y que no podía seguir en la escuela si no iba a terapia, fue raro por que canalizaban a Felipe Oliva como si fuera mi papa y supuesta mente quería exigirle a el lo que no le pedí a mi padre entre otras estupideces.

Hasta que decidí y fingí estar arrepentido y me hice amigo de sus trabajadores y por medio de ellos controlar la situación, hasta que entro otra generación se clavo con otra chavita lo denunciaron lo corrieron. Desgraciada mente mi compañera no la pasaba muy bien por que Felipe seguía hostigando y para que No le creyeran hablaba mal de ella.

Esto es parte de lo que viví, y es mi granito de arena para ayudar a mi compañeras y amigas que sufrieron estos abusos . Sonará raro pero espero que se solucione pronto esta situación que ayuden a este tipo a reaccionar que pida perdón y se dedique a otra cosas y que le den ayuda a su cabeza tan retorcida y que asuma sus consecuencias. Ayúdenme a compartirlo” (sic).

Marcos Rodríguez*

“Sobre los hechos ocurridos el pasado domingo 29 de mayo en el teatro Enrique Lizalde.
Me parece muy poco loable que como sociedad desacreditemos a quien se manifiesta; sólo por no compartir sus ideas o por no conocer sus causas. Peor aún si incluso se dicen cosas para intentar dar otro giro a lo ocurrido.
Aclaro que yo también estuve en el teatro ese día, así que tengo todo el derecho de escribir lo que vi y lo que viví.

Primero:
Los manifestantes no eran orangutanes como alguien les ha catalogado. Eran mujeres y hombres. La mayoría con el rostro cubierto, no todos. Y claramente se veía que pertenecen al gremio teatral. Lo de que fuimos emboscados me parece una mentira total. Yo estuve en el escenario al lado de las manifestantes y no fui tocado ni agredido en ningún momento.

Segundo:
Obviamente no pude contarlos, pero me parece una exageración decir que eran 80 o más. Sólo basta ver los videos para darse cuenta de que quizá era un grupo cercano a 50 personas.

Tercero:
Amigos míos estaban entre el público y ellos afirman que quien comenzó la agresión hacia los manifestantes fueron personal de la producción. De hecho en un video se comprueba lo que digo.

Respecto a ser golpeados mujeres y niños, personas de la 3a edad, etc. En serio? De dónde sacaron esa información? Sí hubo golpeados, pero como lo mencionan parece que se pudo haber llenado un hospital de tanto herido y no fue así para nada. Sé que hubo 4 personas de la producción que sí resultaron afectados. A uno de los chicos yo mismo le presté una de mis playeras para que se la pusiera después de lavarse por el gas que le rociaron. Los otros sufrieron los empujones al tratar de impedir el paso del contingente al teatro. Respecto a la mujer embarazada me parece que no debió agredir a los manifestantes en primera instancia.

Mientras nosotros estábamos en el escenario tratando de entender lo que sucedía, saben lo que hizo el acusado? Se encerró en el camerino de una de las actrices y se puso a llorar. Díganme si eso hace una persona que sabe que no ha hecho nada?

No sé si sea culpable de lo que lo acusan. Lo que sí les puedo decir es que en el año y medio que trabajé en Nosotros Hacemos Teatro me pude dar cuenta del trato que tiene hacia los demás. Basten los siguientes ejemplos: exige a sus alumnos que le llamen “maestro”, cada que tiene oportunidad les recuerda que él les está dando la oportunidad de estar en el escenario, les dice que están becados por él y que de no hacerle caso les pasará la cuenta de lo que le deben o les empezará a bajar su porcentaje de beca, hace comentarios sobre los chicos y las chicas sin interesarle si a ellos les puede resultar ofensivo o incómodo, y es muy notorio que tiene especial cariño por alguna de sus estudiantes. También escuché de su propia voz la historia de su violación y de todo lo que sufrió de niño. Así que lo que describen muchas de las denunciantes como su forma de operar me parece completamente cierto.

Hace un par de meses les escribí un mail al director y a la productora de NHT manifestándoles mi decisión de terminar mi relación laboral con la compañía. Les dije que sólo terminaba la temporada de “El médico a palos” y me retiraba. Les aclaré que ellos sabían perfectamente que el ambiente que se vive en el teatro no es sano y que no me resultaba para nada agradable estar en un lugar donde no se quiere ver lo que pasa. También les comenté que podíamos hablarlo en persona. Sólo me respondió la productora, él no quiso tocar el tema.

Sé que quizá algunos dejen de hablarme o me eviten por lo que estoy manifestando. No me importa. Porque sé que estoy diciendo la verdad. Se supone que el teatro es para eso o no? Para denunciar. ¿Por qué entonces satanizan a las que lo hacen de verdad? ¿A las que ya no quieren quedarse calladas? Ojalá otros que han trabajado en esa compañía puedan manifestarse y sacar a la luz lo que saben. Escribí esto en apoyo a las mujeres que denuncian. Y en contra de los que niegan lo que ven”.  (sic)

*Los nombres reales fueron omitidos a petición de la y los denunciantes.

#FueraVioladoresDelTeatro
#FelipeOlivaViolador
#VivasNosQueremos

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