San Cristóbal de las Casas es un municipio del estado de Chiapas, México, incrustado en un valle privilegiado rodeado de montañas chiapanecas y de comunidades indígenas, vegetación y recursos naturales. Cuenta con una población aproximada según datos del INEGI de 209 mil 591 habitantes, de los cuales 100 mil 191 son hombres, y 109 mil 315 son mujeres. Es visitada en promedio por poco más de 700,000 mil personas al año, lo cual se traduce en una derrama económica de aproximadamente mil millones de pesos anuales.
A pesar de la importancia de este municipio en términos poblacionales, culturales, naturales, económicos y turísticos, la situación del agua y el derecho humano de acceso a ella es muy grave. Entre varios asuntos urgentes por atender, por ejemplo, aún no existe una planta de tratamiento de aguas residuales porque al parecer, por el clima de corrupción que reina en el estado de Chiapas, los recursos destinados para ello fueron desviados por el gobierno.
Mientras tanto, el drenaje que acarrea las heces de San Cristóbal de las Casas generadas por locales y visitantes, termina en los ríos, los lagos y los humedales de la cuenca de Jovel. Esta agua contaminada es a la que tienen acceso algunas comunidades de la periferia que logran extraerla y acarrearla para regar los vegetales y el maíz que a su vez venden en el centro de San Cristóbal de las Casas y que terminan siendo consumidos por la población y turistas a través de los hoteles, restaurantes, recauderías y tiendas locales del lugar.
Lo que poca gente sabe es que el gobierno ha debilitado a un extremo tal la infraestructura urbana que la situación ya no sólo afecta a “lxs invisibles”, a las y los pobres que a nadie le importan, sino también a las personas de todos los niveles socioeconómicos y al turismo extranjero y nacional. Así que, al parecer, finalmente la mierda del capitalismo llegó también a las bocas de los ricos. Nadie se salva.
San Cristóbal de las Casas fue decretada “pueblo mágico” por el gobierno mexicano, que la vende como tal en las revistas masivas de viajes y moda en el mundo, para legitimarse y mantener viva la ilusión de que “todo está bien en San Cris”, mientras las ganancias que genera la explotación de las y los locales se queda en sus bolsillos.
El atractivo turístico del “pueblo mágico” parte de un centro antiguo con ambiente turístico mayormente neoclasista, rodeado de una primera capa de periferia entre mestiza e indígena en franca extensión hacia los cerros. Una segunda capa de periferia de pueblos originarios, alcanza las áreas de las carreteras y comunidades más cercanas hacia los bosques de la ciudad.
La situación del agua es una emergencia en la región. La mayoría de los hoteles, comercios, restaurantes y casas del centro, gozan del privilegio de estar conectados con la red de distribución de agua del municipio, aunque ésta no sea de la mejor calidad; mientras que, como lo hicieron saber las participantes del Encuentro: “El agua por derecho que nos corresponde”, celebrado en esta ciudad el pasado 11 de noviembre de 2016, en ambas periferias que rodean al municipio de San Cristóbal de las Casas el agua escasea y la que hay está contaminada.
Durante el Encuentro, las participantes comentaron que, además del problema del agua, en ambas periferias hay más violencia en las calles y la situación de pobreza y sobrevivencia de las comunidades indígenas es crítica, sobre todo para las mujeres, porque en sus comunidades aún experimentan el exceso del trabajo doméstico y cuidado de terceras/os, aunado a que no participan en la toma de decisión comunitaria y padecen la violencia de género a diario. Encima son ellas las que deben ir a buscar el agua, acarrearla y las que sufren violencia doméstica si no la consiguen.
En un nivel más profundo, la organización Agua y Vida reportó que “debido a las desigualdades de género y a la consecuente división sexual del trabajo, las mujeres son las principales administradoras y cuidadoras del agua, sin embargo no son reconocidas ni valoradas como tales. Sus problemáticas, exclusión, desinformación, sobrecarga de trabajo y preocupaciones son ignoradas, y muchas veces naturalizadas como parte del trabajo doméstico, y no están en la agenda social y política de la región”.
Durante el Encuentro, la organización Agua y Vida hizo un llamado a otras organizaciones, activistas, ciudadanas y visitantes de la zona interesadas en el tema a dialogar con mayor profundidad sobre esta gravísima situación. En las plenarias, las compañeras de las organizaciones UNECODES A.C., Mujeres y Maíz Criollo, Colectiva Yomo Ijtkuy, Red de Creadoras, Investigadoras y Activistas Sociales, Centro de Desarrollo Comunitario CEDECO La Albarrada, Colectivo de Educación para la Paz y los Derechos Humanos A.C., Fundación Cántaro Azul y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas, A.C., nos recordaron que el agua es un derecho humano declarado como tal en el 2010 por la ONU.
Asimismo la organización Agua para Todos hizo énfasis en que actualmente, aunque se encuentra detenido el proyecto institucional de Ley de Aguas federal en el escritorio de las y los diputados, muy probablemente querrán aplicar su aprobación vía fast-track cerca del 12 de diciembre o de cualquier otro día festivo en México. Esta ley, entre otros artificios políticos neoliberales, incluye la privatización del agua a nivel nacional.
Con respecto a San Cristóbal de las Casas, la organización Agua y Vida presentó el siguiente documental de su autoría que evidencia la problemática del agua en la zona:
Asimismo, algunas de las principales problemáticas con respecto al derecho al agua que se develaron a lo largo del día son las siguientes:
- Varias de las colonias fuera del centro de esta ciudad no tienen acceso al agua.
- Aunque en algunos casos les llega, es de muy mala calidad, puesto que la red se alimenta de los ríos, manantiales y humedales contaminados por basura, aguas negras, grises, agroquímicos y pesticidas.
- Según mencionaron algunas de las asistentes, se calcula que la concesión de Coca-cola extrae un promedio de 20,000 litros de agua por hora diariamente.
- El gobierno corrupto de Manuel Velasco Coello desvió los fondos destinados para construir y gestionar una planta de tratamiento de aguas residuales en el municipio.
- El agua potable embotellada es cara y no todas las personas pueden acceder a ella por falta de recursos económicos.
Como resultado de las mesas de trabajo y discusiones finales durante el Encuentro, algunas de las acciones inmediatas a realizar sugeridas por las participantes incluyen:
- Exigir de manera urgente al gobierno Chiapaneco a través de sus organismos y herramientas jurídicas una política de saneación del agua de la región del municipio y las comunidades aledañas, así como la infraestructura básica para distribuir el líquido en la zona.
- Movilizarse y coordinarse como ciudadanía, como ya se ha logrado en otros municipios y comunidades cercanas defendiendo otras necesidades de la zona, para sacar a la concesionaria de Coca-Cola de la región.
- Hacer conciencia profunda en relación con los hábitos de consumo de este preciado líquido y realizar los cambios necesarios para ahorrarla y mantenerla limpia.
- Involucrar a los hoteles, comercios, restaurantes y turistas a participar de manera permanente en un llamado a hacer conciencia sobre el uso y consumo del agua en San Cristóbal de las Casas y sus municipios.
- Familiarizarnos como ciudadanía con la Ley de Aguas federal actual, así como con las propuestas institucionales y ciudadanas de cambio.
- Firmar la petición de la organización “Agua para todos” antes de que termine el 2016, para que se incluya en la votación la propuesta ciudadana de Ley de Aguas federal en el congreso.
- Conocer más sobre los avances y mejores prácticas de las organizaciones que están trabajando en la región de San Cristóbal de las Casas sobre el derecho al agua y otras prácticas de desarrollo sustentable en la región.
- Permear y difundir todo este conocimiento e información desde diferentes canales hacia la población del municipio de San Cristóbal de las Casas y el resto del país.
Existen un sin fin de acciones que podrían emprenderse para ayudar a disminuir los impactos que genera esta grave situación. Por poner un ejemplo, sería interesante que la ciudadanía, junto con algunas organizaciones y los dueños de hoteles, restaurantes y comercios que se benefician de los recursos del municipio, coordinaran una campaña de donación de garrafones de agua potable semanal a las comunidades más afectadas de la zona.
Pareciera una ficción cómo es que la mutación de este sistema de opresión sirviente del capitalismo ha transformado a la ciudad de San Cristóbal de las Casas en un hervidero de machismo, contrastes sociales y catástrofes naturales donde el sabor principal está en la absurda idea de que no pasa nada mientras estés turisteando, comprando y comiéndote un esquite o una marquesita bien sabrosa en el centro de San Cris admirando las bonitas tiendas y esperando el siguiente evento cultural gratuito.
¿Por qué si el agua es un derecho humano, hay comunidades que están pasando meses sin ella? ¿Por qué si es un bien vital, está a la venta de quien pueda adquirirla y no disponible para cualquiera que la necesite? ¿Por qué estamos permitiendo la devastación de este recurso natural si no podremos beber monedas para sobrevivir?
Cuando visitemos San Cris, en lugar de limitarnos a tomar posh en el bar de moda, involucrémonos con alguna organización que esté trabajando para disminuir la brecha de desigualdad que existe en relación con el derecho al agua entre las comunidades de los pueblos originarios y las empresas, turistas, visitantes y negocios que se benefician de su explotación.
Es urgente juntarse y coordinarse para trabajar. El acceso al agua, vital para todas, no debe depender de si tengo dinero o no para obtenerla. Sabemos que vivimos tiempos de guerra y devastación en México y Latinoamérica, el machonazismo articulado por los gobiernos del mundo y las transnacionales están exterminando los ecosistemas y asesinando a las mujeres. Es preciso organizarnos en nuestras localidades y comunidades, actuar y defender lo nuestro.