Natalia Valdebenito, actriz y comediante nacida en Santiago, es una explosión de feminismo que ha tomado los escenarios de la comedia en vivo (stand-up) desde Chile, hasta Norteamérica y Europa.
Con la fuerza de una huracana imparable, visionariamente sabe que lo que hace y dice son una misión de su corazón de mujer terrícola pero también una responsabilidad política que responde al profundo amor que siente hacia las mujeres y las niñas del mundo, además de la indignación avasallante por la violencia de género que nos mata y oprime sin tregua.
La reacción del público internacional ha sido sensacional, tanto que recientemente Netflix desde su plataforma en línea, ofrece el documental del primer show de comedia en vivo de Natalia Valdebenito “Gritona”, cuyo éxito en Chile no dejó un espacio libre en las butacas noche tras noche.
Natalia Valdebenito, habla para La que Arde antes de sus próximos estallidos de risa política feminista en Miami y la Ciudad de México.
—
Natalia, qué explosión la tuya: Viña del Mar, Madrid, Barcelona, Londres, Bremen, Netflix, Nueva York, Toronto, Miami, Ciudad de México. Cuéntanos, ¿qué está pasando contigo, cómo te sientes mientras se desdobla este pergamino de públicos y ciudades ante los ojos de tu creación?
Bien emocionante porque es un trabajo autogestionado desde siempre. Finalmente somos nosotros los que vamos punto por punto y con las pocas amistades que tenemos en algunos lugares, consiguiendo la forma de asentarnos. Me llama la atención la reacción del público, porque tengo cuarenta años y ya no soy una niña que se sorprende con lo fácil, al contrario, a los cuarenta años ya no me sorprendo con nada. Así que esta explosión es la respuesta a un trabajo que me tomo súper enserio. Para mí la comedia es algo muy serio y creo que es el canal perfecto para repartir la información feminista que necesitamos de alguna manera conocer. Que para algunas personas es más difícil tal vez leerla, buscarla y la encuentran en un show de comedia.
Y de ahí en adelante si yo puedo impulsar esa duda, ese afán de dudar del mundo en el cuál crecimos como mujeres, lo hago a través de la comedia en vivo. Y que resulte, que funcione y lo haga de ciudad en ciudad, que la gente se interese, es un logro que sin duda planeé pero no esperaba, cachai, yo de alguna manera voy pensando lo que quiero hacer que es repartir el mensaje lo más que se pueda, pero no podía saber los resultados, y en este caso obviamente me sorprende cómo el público responde, me hace muy feliz.
Nos atrae reflexionar sobre el poder del micrófono y la palabra de una feminista con agallas como tú, aquí y ahora ¿qué hacer con él? ¿Cuál es tu intención, mientras influyes en los escenarios internacionales?
El escenario para mí es mi lugar en el mundo, sin duda. Es donde yo soy más feliz y ahí es donde nunca tengo miedo. Es el mejor lugar porque es desde mi labor como actriz que comunico la información, el mensaje a las mujeres, donde nos enseñamos y compartimos experiencias y dudas, y al mismo tiempo hago crecer este movimiento feminista de la forma en que lo sé hacer mejor: la comedia en vivo.
Entonces, si tú eres madre y estás en tu casa y lo decidiste así me parece genial, ahí mismo también se puede hacer el feminismo. No tienes por que querer hacer lo que hace la compañera del lado, tú lo puedes hacer desde tu lugar, desde tu trono, desde tu cama incluso, desde cualquier lugar, las mujeres podemos hacer feminismo.
La urgencia que traigo es que todas entendamos que podemos hacerlo, no hay mujeres con más voz que otras. A mí me toca incidir desde el escenario.
También es una visión por hacerlo, no solamente unas ganas fáciles superficiales. No, son profundas. Desde mi hacer teatro, me di cuenta que soy actriz para esto precisamente. Luego descubrí que podía hacer las dos cosas: actuar y hacer reír, que me encanta, para que el público se fuera con algo. Si es una sola persona que se vaya pensando distinto después del show, ya ganamos.
Sin duda tu mensaje feminista desde la comedia en vivo está contribuyendo de forma distinta por un lado hacia las mujeres y por otro hacia los hombres…
En las mujeres yo creo que es una necesidad de empoderarnos, de repensarnos, de salirnos, de juntarnos, de armar fuerza todas juntas y de sentir que no estamos solas. Eso también se logra en los shows. Las mujeres aunque vayan en soledad, se van con la sensación de pertenecer a un grupo más grande repartido en el mundo de más mujeres que quieren vivir mejor y que quieren que las demás también vivan mejor. Entonces ahí se transforma en algo mucho más allá que un show de comedia en vivo: ellas se van contentas.
Y en el caso de los hombres, algunos con curiosidad, otros con rabia, otros con desconfianza, y claro esto a veces me cuesta vivirlo porque ya sabrás lo que tenemos que recibir de su parte por estar en esta posición: una cantidad de mierda insospechada que yo nunca pensé, y que me hace sentir que es aun más grande la necesidad que tenemos por seguir hinchando las bolas, desde cualquier medio y de cualquier forma. Pienso que sí les estamos estorbando. Leía el otro día que cuando lo que estamos diciendo las mujeres feministas los saca de sus privilegios, influye en sus reacciones violentas.
Y me llama mucho la atención por ejemplo a propósito de lo que pasa en México, tanta luz mediática que se le pone y foco a “la violencia perpetrada por las mujeres” durante la marcha, y yo pienso que la violencia no tiene otro nombre que no sea masculino. Me parece que como van las cosas podríamos incendiarlo todo y ni así estaríamos libres. Se desvía la atención del problema real, siempre infantilizando nuestras medidas, poniéndonos desde la caricatura, desde el reclamo, -otra vez están reclamando, ¡qué más quieren!- Encima, no colaboramos tampoco si estamos exigiendo algo pidiendo permiso. No estamos para pedir, sino para exigir. Ya pasó el tiempo estamos casi en el 2020 y nos siguen matando. Hay harto que hacer y no nos podemos quedar tranquilas y calladas.
Luego de andar más de 20 años trabajando para llegar a este punto de tu carrera, más allá de la fama. Desde la cumbre de la montaña, volteas hacia atrás satisfecha y hacia adelante convencida. Tomás un respiro y desde ese lugar que has recorrido y aun te falta por caminar ¿qué les dices a las niñas que te escuchan desde esta experiencia como artista, mujer, niña y terrícola?
Cuando me estabas hablando pensé en mis sobrinas y en lo que me habría gustado que me dijeran tal vez, ¿cierto? Lo que le podría decir a las niñas es que el futuro es feminista, que ellas pueden hacer todo lo que quieran, que la duda nunca les impida el avance sino que les permita avanzar de la mejor manera para ir decidiendo mejor el camino. Que valen por lo que son, que su cuerpo es valioso, que cada parte de éste ellas deciden cómo se mueve, quien lo toca y quien no lo toca y lo que le brinda placer. Y que haber sido mujer es lo mejor que les pudo pasar.
Nos gustaría conocer un anécdota que te inspiró a lo largo de tu trayectoria…
Antes de que fuera al festival de Viña del Mar, en el 2016 luego de 11 años sin una mujer haciendo comedia en ese escenario, resultó que la gente no me conocía mucho; mi trabajo era más bien de nicho. Entonces, para promocionar mi participación en Viña y no ir tan en cero fui a un programa de tipo matinal. A la salida había un periodista que quería saber cómo me sentía de ir y todo ese rollo. Estaba en eso cuando apareció una señora muy mayor que me agarró la mano y a pito de nada, porque en serio nadie sabía de mi material inspirado en el feminismo, me dice: “hable de las mujeres golpeadas”, apretando fuerte mi mano. Yo me quedé pensando fuerte en ella. ¿Por qué le pedía a una comediante, hasta ese minuto desconocida, que hablara de ese tema en un escenario donde nadie nunca tampoco lo había hecho? No se me olvidó, y por si acaso hasta ese momento tenía dudas de lo que estaba haciendo, ahí desaparecieron.
Posicionar la comedia en vivo feminista ¿cómo?
La comedia feminista se está posicionando sin duda. Creo que insistir es una buena manera de aportar. Ser desobediente con las modas. Si nos dicen que somos amargadas por hablar de que nos están matando, no hacer caso. Desobedecer siempre. No escuchar a quienes nos quieren callar. Yo trato de hacer lo mío. De ser coherente con mi vida y mi entorno. De ser honesta aunque me duela. Así me gustaría posicionarlo, a mi manera y ojalá inspirar a otras a que lo hagan así, cada una a su manera.
Y en Miami..
La verdad bastante bien, ya soltamos el primer show de este vienes 2. Esperamos tener otro el día 30 de agosto. Ya abrimos la otra función. Bonito, Miami mucho más disperso que otras ciudades como Nueva York, que inmediatamente se conectan todos y aparecen. Acá hay que remarle un poco más y eso también es bonito porque se suma al desafío sobre cómo empezar de cero. En Chile de alguna manera he ganado ciertos lugares. Pero es bonito empezar de cero porque me mantiene con el cable a la tierra, a pesar de que Miami es un paraíso y admirarlo, igual estoy súper con los pies en la tierra. Así que tengo todo muy claro.
Luego el 3 de septiembre en la Ciudad de México…
Para mí es un sueño ir a México, sobre todo por lo que significa. Tengo el sueño de hablarles a las mujeres allá. Eso me lo imagino, he estado planeando lo que quiero decirles, lo que quiero conversar, estoy pensando mucho en México la verdad. Es un sueño hablarles a ellas. De México me han llegado muchos comentarios y mensajes de mujeres que dicen: -acá es necesario- y eso me tiene un poco inquieta.
Para las lectoras de La que Arde…
Abrazos compañeras y gracias por estar del otro lado, recordemos que cada una puede ser o puede construir la mujer que de sí misma quiera; y por supuesto que el mundo se tiñe del color nuestro cada día más y de nosotras depende, así que cada una a luchar desde su lugar.
Por Rossana Llorens
—–
Las entradas para ver a Natalia Valdebenito en la Ciudad de México, las puedes encontrar aquí: BOLETOS